Uno de los deliciosos ingredientes de temporada que nos regala la primavera son las Habas.
Las habas frescas tienen un valor nutritivo diferente a las secas, aportando una menor cantidad de calorías y grasas y aún así son un gran aporte de ácido fólico (como todas las legumbres), vitaminas y fibra.
Las habas con la vaina antes de limpiarlas en mi terraza |
Las que veis en la fotografía son de un huerto ecológico y me las regalaron, pero a la hora de comprarlas hay que tener en cuenta que la vaina esté firme y de un color verde brillante y que cruja y se parta al doblarla. Así sabremos que son muy frescas.
Y así es como quedaron después de un cuartito de hora |
Las podéis consumir de muchas maneras una vez cocidas (si son muy frescas y pequeñitas hasta las podéis comer crudas) y son deliciosas en ensaladas, salteados y estofados.
Si después de limpiarlas no las vais a consumir en el momento las podéis congelar. Para ello sólo las tenéis que hervir con abundante agua unos 5 minutos, escurrirlas, enfriarlas y ponerlas a congelar sobre una bandeja con papel de cocina sin que se toquen. Una vez congeladas, más o menos una hora más tarde, ya las podéis poner en una bolsa zip para que se conserven perfectamente sin pegarse entre ellas.
Que buenas son tiernecitas!!!! esas de las fotos tienen una pinta!!!!
ResponderEliminarUn abrazo